¡Tú no me entiendes, cállate, mírame, dime que sientes! Tú decides si quieres olvidarme o vivir con eso. Confieso que no sigo siendo aquella aunque lo intento. te juro que pensé que tú podías ser mi vida y no quiero pensar que me equivoqué como la mayoría. Y sé que mereces mucho más, quizás me sienta así por nunca sabértelo dar. Se empieza por perder la ilusión y luego la magia, después va la esperanza hasta que ya no queda nada; ¡Solo rabia, odio! Todo esto porque se acaba. Sientes como la poca luz que queda, se apaga.