23 de febrero de 2011

¡ no me entiendes, cállate, mírame, dime que sientes! Tú decides si quieres olvidarme  vivir con eso. Confieso que  no sigo siendo  aquella aunque  lo intento.  te juro que pensé  que tú podías ser mi vida y no  quiero pensar  que me equivoqué como la mayoría. Y sé que  mereces mucho más, quizás me sienta así por nunca sabértelo dar. Se empieza por perder la ilusión luego la magia, después va la esperanza hasta  que ya no queda nada; ¡Solo rabia, odio! Todo esto porque se acaba. Sientes como la poca luz que queda, se apaga.